Las actividades delictivas surgidas en el último año en la parte fronteriza con México han provocado una drástica disminución en el flujo comercial sin precedentes en años anteriores, al punto de que incluso han bajado las incautaciones por contrabando.
El dominio que grupos delictivos ejercen sobre las rutas entre las fronteras de San Marcos y Huehuetenango con el estado de Chiapas, México, es uno de los factores que ha influido en este comportamiento “anormal”, que se mantiene desde hace un año.
La inseguridad en el lado mexicano, especialmente en el tramo de unos 25 kilómetros entre Ciudad Hidalgo y Tapachula, ha hecho que guatemaltecos sean víctimas de asaltos, extorsiones y cobros ilegales de “peaje” para poder circular y realizar compras, como de abarrotes.
“Las personas ya no se trasladan como en otros años, que iban y regresaban, porque ahora tienen que realizar pagos para poder transitar”, comentó un comerciante que prefirió el anonimato y que ha reducido la frecuencia de sus viajes.
Actualmente se exige el pago de un “peaje” para circular tanto por las carreteras oficiales como por los denominados pasos ciegos o informales en territorio mexicano. “Para ambos lados hay una extorsión”, añadió la fuente.
Priva ambiente de inseguridad
Autoridades locales de San Marcos reconocen la existencia de una situación de inseguridad en la frontera, bajo un “control excesivo” que podría estar asociado al crimen organizado y al narcotráfico.
El gobernador de San Marcos, Rolando López Crisóstomo, confirmó que ha disminuido el flujo de personas hacia México por los pasos fronterizos y aduaneros.
Citando un caso, relató que un grupo originario de San Pedro Sacatepéquez no pudo asistir a un taller de serigrafía maya en el Museo de Tapachula porque se les exigió el pago de un “impuesto” ilegal. Esto ocurrió en el 2024.
López Crisóstomo añadió que muchas personas, ante la falta de empleo, se dedican a comerciar en Tapachula y a traer productos para vender en Guatemala. “Pero lamentablemente, ya no arriesgan su vida para pagar estos cobros ilegales”, lamentó.
“Es una situación complicada en la frontera entre Guatemala y México, especialmente en el paso de El Carmen, Malacatán, San Marcos»,
Rolando López Crisóstomo, gobernador de San Marcos.
Indicó que desde el año pasado se ha observado esta situación, la cual persiste en 2025, aunque se ha comenzado a abordar con las autoridades mexicanas.
“Es una situación complicada en la frontera entre Guatemala y México, especialmente en el paso de El Carmen, Malacatán, San Marcos. Se busca una reunión con autoridades mexicanas para analizar temas de inseguridad y contrabando”, afirmó el gobernador.
A su juicio, los grupos delictivos están desplazando tanto el comercio formal como el informal, afectando a quienes subsisten de estas actividades transfronterizas. En la próxima reunión se propondrá mejorar la seguridad en ambos lados de la frontera, para beneficio de quienes dependen de ese comercio.
Menos salidas
Datos del Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) confirman una fuerte reducción en el flujo de personas, en línea con lo señalado por el gobernador.
En la delegación de Tecún Umán I, especializada en flujos migratorios, se atendieron 180 mil 787 casos en el 2023, mientras que en el 2024 fueron solo 50 mil 234, lo que representa una caída del 72.2%. De enero al 15 de junio de este año se han gestionado apenas 20 mil 482 salidas.
En Tecún Umán II, orientada al comercio con México y Centroamérica, se registraron 179 mil 264 trámites en el 2023; pero en el 2024 solo se contabilizaron 19 mil 69, con una caída del 89.3%.
En El Carmen, la reducción fue del 70.2%, al pasar de 139 mil 849 salidas en el 2023 a 41 mil 657 en el 2024. Hasta el 15 de enero pasado, se habían gestionado 16 mil 548 salidas.
Cobro por circular
Un informe de la Comisión de Defensa del Comercio Formal (Codecof), adscrita a la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), indicó que el contrabando sobre el río Suchiate —tanto a pequeña como a gran escala— se ha encarecido. Aunque la actividad continúa, grupos delincuenciales o del crimen organizado están “cobrando” un impuesto a los contrabandistas, explicó Muriel Ramírez, coordinadora de esa comisión.
«Aunque la actividad continúa, grupos delincuenciales o del crimen organizado están ‘cobrando’ un impuesto a los contrabandistas»,
Muriel Ramírez, coordinadora Codecof
“Se está cobrando un peaje sobre el río, en las carreteras, incluso cuando va un camión de Guatemala hacia México, como en La Mesilla. Ya se hace un pago a los grupos organizados que controlan las rutas territoriales”, afirmó Luis Mazariegos, coordinador del Observatorio Contra el Contrabando (OCC) de la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas (CGAB).
Caen incautaciones
La inseguridad también ha implicado una reducción en las estadísticas de incautación de mercancías de contrabando desde México. Esto se atribuye a que menos guatemaltecos cruzan el río Suchiate para hacer compras y regresar.
Fuentes oficiales confirmaron que se han documentado hechos de inseguridad en el lado mexicano y se han iniciado coordinaciones con las autoridades de ese país para investigar y tomar medidas.
Esta situación también afecta a quienes se dirigían a Tapachula para realizar compras familiares, permitidas por la normativa, así como a quienes adquirían productos para revender en Guatemala sin cumplir con procedimientos aduaneros y tributarios.
La fuente subrayó que la inseguridad en México, junto con la devaluación del peso y la diferencia cambiaria, desincentiva el comercio fronterizo que antes se observaba. De manera extraoficial, se han reportado casos de agresiones e intimidaciones contra guatemaltecos en su retorno.
Territorios sin control
Análisis de Codecof revelan el dominio creciente de estructuras criminales en la zona fronteriza del río Suchiate, en coincidencia con lo expuesto por el OCC.
Muriel Ramírez, coordinadora de Codecof, detalló varias dinámicas relacionadas con el contrabando, influenciadas por el control de grupos organizados. Entre las principales situaciones se encuentran:
- Cobro de “peajes”: Bandas organizadas y grupos locales exigen pagos a quienes transportan mercancías de contrabando, sin justificación legal.
- Extorsión a comerciantes informales: Vendedores que dependen del comercio transfronterizo deben pagar cuotas impuestas por estas redes para operar sin represalias.
- Uso de “coyotes” especializados: Estas estructuras criminales controlan el paso de personas y productos, estableciendo rutas y tarifas supuestamente “seguras”, para evitar retenes o acciones de las autoridades. Esta práctica también se registra en otros pasos fronterizos no controlados, lo que facilita el tráfico irregular de mercancías y personas.