En un comunicado difundido desde Nueva York, Fitch indicó: “Se elevó la calificación de riesgo emisor (IDR) de largo plazo en moneda extranjera y local de Guatemala a BB+ desde BB. La perspectiva de la calificación es Estable”.
Según el mismo documento, “Fitch ha mejorado la calificación crediticia de Guatemala a BBB desde BBB-”, aunque esta afirmación presenta una contradicción con el resto de la nota, por lo que se sugiere verificación con la fuente oficial.
Minutos después del anuncio, Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa) —miembro de la mesa de riesgo país— afirmó a Prensa Libre que “la mejora en la calificación de riesgo país por parte de Fitch refleja que el país va por el rumbo correcto. Como se mencionó en el Enade 2025, en Guatemala estamos en todo y tenemos que seguir trabajando por lograr la meta de ser grado de inversión”.
Agregó que “el país tiene oportunidades, si se aprueba la reforma a la Ley de APP, se incrementa la inversión social y se continúa con la agenda de crecimiento económico mediante una inversión sostenida en infraestructura productiva”.
Fundamentos del ascenso
Fitch expuso los siguientes factores para la mejora:
Crecimiento estable. La calificadora proyecta que el PIB real crecerá 3.8% en 2025, impulsado por una demanda interna sólida, remesas (20% de aumento interanual hasta septiembre), crédito al consumo (10%) e inversión pública (desembolsos de capital aumentaron 32% hasta agosto de 2025).
Se prevé que el crecimiento se estabilice en 3.7% entre 2026 y 2027, condicionado por la ejecución de inversiones de capital y el avance en asociaciones público-privadas (APP). No obstante, podría verse afectado por cambios en las políticas comerciales y migratorias de Estados Unidos.
Riesgo migratorio. La incertidumbre en torno a la política migratoria de EE. UU. representa una amenaza para el crecimiento de las remesas. Aunque las deportaciones no han aumentado, la migración hacia ese país se ha desacelerado.
Solidez externa. Fitch estima que el superávit en cuenta corriente alcanzará el 4.8% del PIB en 2025. Las reservas internacionales del Banco de Guatemala subieron a USD 31.100 millones, desde USD 24.400 millones a diciembre de 2024. La posición de activos externos netos se ubicó en 9.5% del PIB en 2024, y se proyecta que llegue a 12% en 2025.
Inflación contenida. El índice de precios se mantuvo por debajo del 4% desde mediados de 2023. En septiembre fue de 1.5%. Banguat redujo su tasa de política monetaria en agosto y septiembre, situándola en 4.0%.
Moderado déficit fiscal. Fitch anticipa que el déficit del gobierno central se ampliará de 1.0% del PIB en 2024 a 2.5% en 2025, debido a mayores gastos en infraestructura y programas sociales. La deuda pública bruta se proyecta en 28.1% del PIB en 2025, muy por debajo de la mediana de los países con calificación BB (54.1%).
Limitaciones estructurales. Pese a los avances, Guatemala enfrenta desafíos de gobernanza. La agenda anticorrupción del presidente Arévalo ha encontrado obstáculos en un Congreso fragmentado. Su partido, Semilla, perdió su personería jurídica y surgió Raíces como escisión.
Aun así, el gobierno logró aprobar una ley antimonopolio, reformas en contratación pública, y una ley de infraestructura vial prioritaria. El próximo ciclo de nombramientos en 2026 será clave para evaluar la capacidad de Arévalo para impulsar reformas de fondo.