Cada día llegan a los puertos de Guatemala contenedores con materia prima destinada a transformarse en nuevos productos, como el acero, que luego se venden localmente o se exportan, como los electrodomésticos. Entre el segundo y tercer día de su llegada, el importador realiza la papelería necesaria para el transporte afianzado que traslada la carga hacia una Zona de Desarrollo Económico Especial Pública (ZDEEP). Esta gestión se hace entre tres y siete días, debido a la escasez de camiones autorizados.
Aproximadamente entre los días 8 y 12 cuando la mercancía, por ejemplo, una estufa, es revisada por la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) se puede complicar el flujo. En este caso, si requiere inspección de otras entidades, como el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) o el Ministerio de Salud, estas deben hacerse en el puerto, pues dichas instituciones no tienen presencia en la zona.
Una vez en la ZDEEP, las piezas de acero se trabajan para ensamblar una estufa, pero surgen nuevos desafíos, como el manejo de los residuos. La estufa terminada queda lista para salir de la zona, ya sea con destino de exportación o para su venta en Guatemala. Este último tramo puede demorar entre cuatro y siete días más, por la necesidad de transporte afianzado para la exportación.
El proceso continúa con trámites como la transmisión de la declaración de mercancías (día 8) y la presentación en puerto con pagos por demora y almacenaje (día 9). El día 12 se retira el contenedor del puerto, ingresa a la ZDEEP y comienza el control aduanero con participación del usuario, la ZDEEP y la SAT. Desde entonces se preparan inventarios y documentos (2-3 días), se espera el transporte afianzado (4-7 días) y se realiza la revisión aduanera (1-2 días adicionales). Finalmente, la mercancía puede salir de la ZDEEP entre los días 20 y 24 aproximadamente.
Hay consenso entre el sector y expertos de que hay ajustes que se pueden implementar para facilitar la operación de procesos como el descrito de las estufas y de otros sectores estratégicos.
Optimizar el proceso
El uso del marchamo electrónico, la coordinación interinstitucional y mayor claridad en los procesos y en las reglas son acciones claves que permitirían agilizar la competitividad en las Zonas de Desarrollo Económico Especial Público (ZDEEP).
En Guatemala existen regímenes de importación definitivos, temporales o suspensivos y liberatorios. Según información de la SAT, el régimen determina la obligación tributaria.
Uno de estos regímenes liberatorios son las ZDEEP, áreas extraaduanales para el desarrollo de bienes y servicios industriales o actividades comerciales. Estas cuentan con tarifas especiales, régimen aduanero temporal y comercio exterior, autorizadas por la Zona Libre de Industria y Comercio Santo Tomás de Castilla (Zolic). En este régimen, los usuarios se benefician de una exención del 100% del impuesto sobre la renta (ISR) durante 10 años, así como de la exención de timbres fiscales. Además, se suspende temporalmente el pago del IVA y de los derechos arancelarios para la importación de materias primas, maquinaria y otros insumos que ingresen a la zona.
La diferencia también se hace latente al comparar dos regímenes. Mientras que en una importación el tiempo depende del tipo de revisión aduanera —si sale selectivo rojo, la carga debe pasar por una inspección física en puerto, lo que puede tardar entre 12 y 21 días, según la disponibilidad de rampas—, en una ZDEEP el selectivo es normalmente verde; es decir, sin revisión física, lo que reduce el despacho a apenas tres a cinco días.
Wendy Mena, líder del equipo de Atracción de Inversiones de Invest Guatemala, asegura que estas zonas «ofrecen incentivos atractivos para inversionistas, por ejemplo el que puedan traer su maquinaria, traer materias primas, transformarlas y exportarlas a otros mercados, sin pagar aranceles ni IVA».
La Ley de Zolic, que fue creada en 1973 y reformada en el 2008, requiere actualizaciones. “Hemos estado analizando que se necesitan algunos cambios en el reglamento de Zolic para la autorización y para determinar qué operaciones se pueden realizar como usuarios de zonas francas, específicamente de las ZDEEP”, señaló Edwin Curtidor, intendente de Aduanas de la SAT.
Marchamo electrónico
Para trasladar el producto del puerto a la ZDEEP, y viceversa, se requieren dos garantías: el transporte afianzado y el marchamo electrónico. “Se coloca con señal GPS, con lo cual la autoridad tiene control de toda la trazabilidad del movimiento”, explica Patricia Aguilar, directora de la gremial de logística adscrita a la Cámara de Industria de Guatemala (CIG).
Un problema por resolver es la escasez de pilotos y los costos logísticos que ello representa. Andrés Sandoval, gerente general de Zona Libre Quetzal, indica que en el país existe un déficit de 13 mil transportistas, lo cual genera una demanda elevada.
“Al seleccionar un transporte para realizar uno de estos movimientos, se debe reservar hasta concluir la operación. Esa es una de las razones por las cuales hay menor oferta de este servicio y, por ende, resulta más costoso”, indica Sandoval. Por ejemplo, el traslado de mercancía desde Puerto Quetzal a Zona Libre Quetzal —un tramo de cuatro kilómetros— puede costar entre Q3 mil y Q4 mil.
Interoperabilidad
Al llegar la mercancía a las ZDEEP, debe pasar por control aduanero, en el que participan el usuario, la ZDEEP y el delegado de la Zona Libre de Industria y Comercio Santo Tomás de Castilla (Zolic), para llevar control de inventario. “Inicialmente había un problema: se inspeccionaba todo lo que salía de la zona, lo cual era tedioso”, afirma Sandoval.
El ejecutivo indica que este proceso es ahora más ágil, gracias a que la revisión es selectiva. “Ha mejorado el entendimiento entre agentes aduaneros y portadores sobre cómo deben presentar los documentos. El porcentaje de mercancía inspeccionada ahora es mínimo”, asegura.
Según Ana Contreras, gerente de Agexport Consulting Group, cuando intervienen otras instituciones como los ministerios de Agricultura o Salud, si no tienen presencia en las zonas especiales, las revisiones deben hacerse en el puerto. “Esto implica una doble operación: revisión en el puerto y, nuevamente, en la Zona, por parte de la SAT, lo cual no facilita los tiempos de respuesta”, añade.
Otro punto es la interoperabilidad. “Nosotros trabajamos de forma digital; las demás instituciones aún dependen del papel”, comenta Curtidor.

Reglas claras
Cuando la mercancía entra a la ZDEEP, se debe registrar un inventario y emitir un documento de importación para controlar lo que se nacionaliza, lo que se exporta y lo que permanece en bodega.
Si la materia prima se transforma en un nuevo producto, surgen retos como el manejo de residuos. “Parte de la materia prima se convierte en producto terminado, pero un pequeño porcentaje queda como merma, lo cual debe ser controlado”, indica Sandoval.
Para Contreras, es clave establecer reglamentos efectivos, y según la SAT, avanza en ese aspecto.
La solución inmediata, según Mena, es crear espacios interinstitucionales de diálogo, con el objetivo de “revisar cuáles son los retos que han enfrentado las empresas que operan en ZDEEP, lo cual encarece inicialmente esos procesos, por el costo de aprendizaje que implica”.
Si queremos que las ZDEEP se conviertan en un hu b de industrias, debe haber una empresa ancla y proveedoras que reciban insumos de inmediato”, indica Sandoval.
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