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El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este lunes con una caída del 7.2 %, hasta US$68.51 el barril, tras el ataque iraní a una base estadounidense en Catar, en represalia por la ofensiva de Washington del sábado sobre sus instalaciones nucleares.

Pakistán ha cerrado todos los pasos fronterizos peatonales con Irán en medio de la creciente tensión entre Irán e Israel. (Foto Prensa Libre: EFE)
Al cierre de la jornada en la Bolsa Mercantil de Nueva York, los contratos de futuros del WTI para entrega en julio bajaban US$5.33 con respecto al cierre de la sesión anterior. Parecido era el porcentaje de bajada del crudo Brent (de referencia para Europa), en US$71.75 el barril.
El crudo estadounidense se disparó en el mercado de futuros, previo a la apertura, ante la entrada de EE. UU., en el conflicto entre Israel e Irán y el temor por sus consecuencias para el estratégico Estrecho de Ormuz, pero después fue a la baja durante la jornada.
Según el Pentágono, no ha habido bajas en el ataque iraní de este lunes a la mayor base de EE. UU., en todo Oriente Medio, Al Udeid, en las afueras de Doha, que alberga a unos 10 mil soldados, y que habían sido evacuados previamente.
Los analistas señalaban a la ausencia de víctimas en el ataque a Al Udeid como uno de los motivos de la bajada en los precios, pues creen que abre la posibilidad de una desescalada en el conflicto.
Por otra parte, el Parlamento iraní ha exigido el cierre del estrecho de Ormuz, por donde transita el 20 % del crudo mundial transportado por mar, aunque la decisión final depende del Consejo Supremo de Seguridad Nacional del país persa.
Ese eventual cierre ha sido criticado incluso por un firme aliado de Irán como es China (mayor importador mundial de crudo iraní): el Gobierno chino instó este lunes «a intensificar los esfuerzos» para «evitar un impacto en el desarrollo económico mundial».
Mientras, el presidente estadounidense, Donald Trump, instó a mantener «bajos los precios del petróleo» y a no ceder a las advertencias de Irán sobre un posible cierre del estrecho de Ormuz en represalia a los bombardeos estadounidenses sobre los tres puntos clave del programa atómico de Teherán.