Las tensiones registradas el pasado fin de semana en Oriente Medio, debido al conflicto entre Israel e Irán, ocasionarán una reacción en el mercado internacional del barril de petróleo, y ya se anticipan efectos para Guatemala.
Una lectura de lo que está pensando el mercado internacional del barril de petróleo se observará durante la apertura y el cierre de la jornada de este lunes 23 de junio, en la cual se podrá determinar la prima de riesgo, es decir, lo que se anticipa. Por otro lado, el cierre del estrecho de Ormuz, una importante ruta mercante por donde se traslada entre el 20% y el 30% de los buques petroleros, también tendrá incidencia.
Los agentes económicos en Guatemala ya advierten sobre un eventual efecto en el corto plazo, producto de la situación en Oriente Medio, que ha elevado en parte las “primas”, aunque se mantiene la oferta de crudo; es decir, no hay impacto en las cadenas de producción y suministro a escala global, según la apreciación de representantes de varios sectores productivos, autoridades de la banca central y analistas consultados por Prensa Libre.
¿Cuál es el impacto inmediato?
A la pregunta de cuál puede ser el efecto en Guatemala, Raúl Bouscayrol, presidente de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), resaltó que en el corto plazo el conflicto entre EE. UU. e Irán probablemente tendría un impacto moderado, pero notable en Guatemala, principalmente por el aumento en los precios de los combustibles.
Aclaró que Guatemala importa petróleo mayoritariamente de Estados Unidos (60 %), México y Colombia, lo que reduce la dependencia directa de la región afectada.
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Es el conflicto entre Israel e Irán el que podría prolongarse más, pero este escenario presenta menos complicaciones para Guatemala. Desde que Israel inició sus represalias directas contra Irán, el precio del petróleo ha subido entre 7 % y 10 %, reflejando una prima de riesgo geopolítica. De continuar estas tendencias, se elevarían los costos de transporte, energía y producción, afectando a la industria y al consumo doméstico, remarcó.
Alejandro Ceballos, vicepresidente de la Comisión de Vestuario y Textil (Vestex), indicó que, en el corto plazo, y de cierta forma ya se visualiza, el incremento de productos derivados del petróleo está incidiendo desde hace varias semanas en el precio de los combustibles y de la energía, debido al aumento del precio del barril de petróleo.
«En el corto plazo el conflicto entre EE. UU. e Irán probablemente tendría un impacto moderado, pero notable en Guatemala, principalmente por el aumento en los precios de los combustibles»
Raúl Bouscayrol, presidente de la CIG
En tanto, Álvaro González Ricci, presidente del Banco de Guatemala (Banguat), declaró que el principal efecto inmediato está relacionado con un posible incremento mayor al esperado en el precio internacional del petróleo, lo que impactaría en los precios internos de los combustibles.
Tendencia inmediata
Fausto Velásquez, gerente de Uno Guatemala –licenciatario de la marca Shell en Guatemala– aseveró que, como país importador de derivados del petróleo, Guatemala podría ver un aumento en los precios de la gasolina y el diésel, con los correspondientes impactos colaterales.
Asimismo, Enrique Meléndez, director ejecutivo de la Asociación Guatemalteca de Expendedores de Gasolina (Ageg), aseguró que la escalada del conflicto durante el fin de semana podría generar un incremento en la prima de riesgo establecida por el mercado internacional en el precio del crudo, por lo que será necesario observar el comportamiento del mercado este lunes. Asimismo, advirtió que el impacto dependerá de los fundamentos del mercado y, sobre todo, de la respuesta de Irán en cuanto a si pondrá en riesgo la oferta de petróleo en esa región, ya sea en producción o tránsito.
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“Si hay una respuesta moderada de Irán, sin afectar la oferta de petróleo, eso se podría ver como una desescalada del conflicto, y los precios altos podrían ser de corta duración”, pronosticó.
Estrecho de Ormuz
Durante el fin de semana, el Parlamento iraní solicitó el cierre del estrecho de Ormuz, un paso marítimo estratégico para el comercio mundial del petróleo y gas, por donde circula aproximadamente el 20 % del petróleo mundial.
Bouscayrol comentó que un 30 % de la carga petrolera pasa por el estrecho de Ormuz, por lo que su cierre provocaría un alza temporal en los precios del crudo. Según la firma Goldman Sachs, un bloqueo podría empujar el Brent, referencia para Europa, por encima de los US$100 por barril, hasta US$120; sin embargo, se prevé que regresaría al rango de US$60 a US$70 en el 2026. Recordó que EE. UU. mantiene una presencia naval reforzada en la región, con capacidad para mantener abierto el paso si decide hacerlo.
«El principal efecto inmediato está relacionado con un posible incremento mayor al esperado en el precio internacional del petróleo, lo que impactaría en los precios internos de los combustibles»
Álvaro González Ricci, presidente del Banguat
“Aunque Guatemala no importa directamente de la región, el encarecimiento de los combustibles importados desde Estados Unidos y otros países elevaría los costos de transporte y energía, impactando la industria, la agroindustria y el costo de vida. Con reservas estratégicas limitadas, la economía enfrentaría presiones inflacionarias y una menor competitividad de productos de exportación como café, azúcar y textiles. No obstante, la probabilidad de este escenario es relativamente baja, ya que se reporta que Irán busca un cese de hostilidades y el presidente Donald Trump no desea un conflicto prolongado”, argumentó.
Velásquez precisó que el estrecho de Ormuz es un paso estratégico por donde transita aproximadamente el 20 % del petróleo mundial, por lo que un cierre o bloqueo, incluso parcial, provocaría una escalada inmediata e importante de los precios internacionales del petróleo.
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“Guatemala es netamente importador de gasolinas y diésel, principalmente de EE. UU., pero los precios locales siguen el mercado internacional, por lo que, de darse un efecto en los precios del petróleo y sus derivados, eventualmente veremos los impactos en el mercado local”, reiteró.
Ceballos advirtió que por el estrecho se transporta el 30 % del crudo mundial, y su cierre paralizaría buena parte del transporte de petróleo, en especial hacia países productores como China, que abastece a Guatemala de numerosos insumos y productos terminados.
“Lógicamente, se tendría incertidumbre sobre el abastecimiento de crudo y sus derivados ante un eventual cierre, lo cual causaría un efecto inmediato en los costos de producción. Los seguros del transporte marítimo se han incrementado y eso afecta a los consumidores”, destacó.
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En ese sentido, el presidente del Banguat afirmó que el cierre del estrecho de Ormuz, por donde pasa el 20 % de la producción mundial de petróleo y el 30 % del petróleo transportado por mar, así como buena parte del gas natural, es el principal factor que estaría incrementando el precio internacional del crudo. Algunos analistas consideran que, si el estrecho se cerrara totalmente, el precio del petróleo podría superar los US$100 por barril.

Inflación
Hugo Maul, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), consideró que, si el choque en los precios del petróleo es prolongado o va acompañado de disrupciones logísticas globales, también habría repercusiones en los precios.
Explicó que Guatemala, como economía abierta y dependiente de combustibles importados, enfrenta lo siguiente:
- Mayor presión sobre la inflación importada.
- Débil capacidad fiscal para responder si los precios siguen escalando.
- Riesgo de desaceleración económica, en un contexto en que la economía ya había moderado su crecimiento tras la pandemia.
En el escenario base, el crecimiento podría mantenerse entre 3 % y 3.5 %, pero en un escenario adverso, ante una crisis petrolera prolongada, podría bajar al 3 %, afectando la recaudación, el empleo formal, entre otras variables.
Por lo tanto, remarcó que sería necesario promover eficiencia energética y logística como política de productividad a largo plazo, preservar la estabilidad macroeconómica, evitar reacciones fiscales o monetarias desproporcionadas, y mantener credibilidad frente a los choques externos.
«Si el choque en los precios del petróleo es prolongado o va acompañado de disrupciones logísticas globales, también habría repercusiones en los precios»
Hugo Maul, analista del Cien
“En contextos de alta incertidumbre, como un conflicto geopolítico que afecta los precios internacionales, uno de los mayores riesgos para economías frágiles como la guatemalteca no es solo el choque externo en sí, sino la forma en que los agentes económicos lo perciben y reaccionan ante él. Si consumidores y empresas anticipan escasez, pueden adelantar compras o retener producción, generando desabastecimiento o alzas de precios que no tienen justificación real en fundamentos”, manifestó.
Entonces, si las autoridades sobre reaccionan o envían señales ambiguas, puede reforzarse un equilibrio auto confirmado de expectativas negativas, lo que en teoría económica se conoce como sunspot equilibrium: un estado determinado no por los fundamentos, sino por las creencias compartidas.