Inversión en generación de energía se estancó, piden resolver retos para cubrir aumento de la demanda

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De 1998 a 2025, se han invertido en Guatemala US$6 mil millones en la instalación de nuevas plantas para la generación de energía; sin embargo, desde hace alrededor de 10 años, la inversión empezó a estancarse, mientras que la demanda crece a un ritmo elevado, según datos del Administrador del Mercado Mayorista (AMM).

En 27 años, de 1998 a 2025, con la inversión en el Sistema Nacional Interconectado (SNI), se reportan 155 nuevas plantas generadoras de electricidad en el país, con una capacidad de 2 mil 683 megavatios, lo que ha representado una inversión aproximada de US$6 mil millones, refirió Silvia Alvarado, presidenta del AMM.

Actualmente, la capacidad de generación es de 3 mil 621 megavatios.

Se observa la oportunidad de aprovechar el potencial del país, pero también es necesario enfrentar diversos retos y desafíos, explicó la ejecutiva, al igual que representantes de otros sectores que expusieron en el foro “Inversión en Energía en Guatemala, Retos y Oportunidades”, como parte de las reuniones preparatorias del Enade, organizado por Fundesa.

Alvarado advirtió sobre la necesidad de seguir impulsando la inversión en generación, ya que la demanda está en aumento y se prevé que para 2030 se requieran 17 mil 500 gigavatios hora (GWh) anuales.

Esta cifra representaría alrededor de 30% más que la demanda registrada en 2024.

De 2014 a 2018, se reflejó una alta inversión en generadoras, principalmente por proyectos asociados a las tres primeras licitaciones de contratos de energía y potencia a largo plazo del Plan de Expansión de Generación de Electricidad, conocidas como PEG 1, 2 y 3.

Sin embargo, posteriormente hubo un período con poco crecimiento de inversión en nueva generación, y fue hasta 2023 que se llevó a cabo la cuarta licitación, en la cual se adjudicaron 235 megavatios de largo plazo y otra parte con contratos de corto plazo.

Actualmente, la PEG 5, que contempla contratos por 15 años y busca el suministro de 1 mil 400 megavatios de energía y 150 de potencia garantizada, representa una oportunidad. Se prevé que se adjudiquen en enero de 2026 y que las plantas estén listas en cinco años. Según autoridades del sector, esta licitación, junto con la tercera del Plan de Expansión de la Red de Transmisión (PET 3), podría atraer al país unos US$5 mil millones en inversiones.

Hacia dónde va la generación

Aunque la PEG 5 no establece los recursos de generación a contratar, se prevé contar con al menos 700 megavatios, de los 1 mil 400 licitados, provenientes de generación con gas natural, según indicó en marzo el ministro de Energía y Minas, Víctor Hugo Ventura, quien dejó abierta la posibilidad de que incluso pueda ser más.

Durante el foro, el presidente de la Asociación de Generadores con Energía Renovable (Ager), Alfonso González, dijo que la entidad ha acompañado los cinco procesos de licitación y ha trabajado en estudios formales que motiven a las distribuidoras a contratar un mínimo de 50% de energía renovable.

Actualmente, analizan las bases de licitación, apoyan a las distribuidoras que lanzaron el proceso y consideran necesario que participen las fuentes renovables, agregó González.

Consultada sobre la posibilidad de contratar más renovables, la presidenta del AMM indicó que no puede pronunciarse sobre ese caso específico, pero recalcó que es necesario contar con un mix de tecnologías, ya que una matriz energética balanceada es más confiable.

Explicó que inclinarse por una matriz excesiva de una sola tecnología puede implicar el riesgo de que el combustible o la fuente utilizada no estén disponibles.

“Guatemala tiene una matriz balanceada y nosotros, como operador, esperaríamos que la licitación nos traiga un mix de tecnología nuevamente bueno, de tecnología de punta, que sea flexible, y que también haya bastante energía de base, porque ahí es donde también se requiere para desplazar otros combustibles”, indicó. Añadió que, en la medida que Guatemala pueda depender menos de combustibles importados, será mejor.

Asimismo, explicó que, aunque el gas natural licuado debe importarse, se considera un combustible idóneo para acompañar la transición energética, y esa es la fase en la que se encuentra el mercado eléctrico guatemalteco: introduciendo energía limpia y competitiva. Por ello, también se considera importante la energía solar con unidades de almacenamiento o baterías, lo cual es competitivo, ya que los precios han bajado significativamente en estas dos tecnologías.

El viceministro de Energía, Juan Fernando Castro, afirmó que tienen buenas expectativas con el gas natural, que genera menos emisiones, y esperan lograr un buen precio. Comentó que 12 empresas han adquirido las bases de licitación de generación PEG 5, y tres para la de transmisión PET 3.

Respecto a nuevos recursos, el funcionario explicó que las bases de licitación permiten el uso de gas natural, gas licuado de petróleo o metano. Sin embargo, advirtió que se requerirá infraestructura adecuada en los puertos para su manejo.

Alvarado comentó que la introducción del gas natural licuado (GNL) es importante para un acompañamiento sostenible de la transición energética, pero que se debe viabilizar su implementación en el país. Añadió que este reto va más allá del sector eléctrico y sus entidades, ya que falta regulación para su uso en generación y uso industrial, además de ajustes en la infraestructura portuaria.

Asimismo, explicó que el mercado eléctrico es robusto y atractivo para atraer inversiones, aunque la complejidad tecnológica implica retos en su instalación y operación.

En tanto, Luis Ortiz, presidente de la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE), dijo que se tienen altas expectativas de inversión a 5 años, consideró que hay condiciones para generación con diversos recursos, incluyendo la implementación de baterías para almacenamiento. Sin embargo, señaló que no visualiza nuevas inversiones en generación con carbón, debido a que actualmente no es posible su financiamiento a nivel internacional, aunque sí observa oportunidades con gas.

En el 2024, alrededor del 41% fue generado con recursos renovables, según datos del AMM. En cuanto a la capacidad instalara, el 68% es renovable. La meta en la política energética es llegar al 80%.

Retos para la generación

Representantes en el foro mencionado detallaron diversos retos, en algunos de los cuales coincidieron.

Uno de ellos es resolver, en el país, la conflictividad relacionada con proyectos de transmisión, principalmente en el tema de servidumbres de paso, y en generación, como las licencias de construcción, explicó Alvarado.

Otro punto es la reglamentación pendiente para implementar el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), referente a consultas a poblaciones indígenas.

Además, se debe trabajar en alinear la gestión medioambiental con las cuantiosas inversiones que el país requiere en materia de electricidad, añadió.

En tanto, Raúl Bouscayrol, presidente de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), indicó que, con el desarrollo de ciudades intermedias, se requerirá más energía en el interior del país, ya que se refleja que, a mayor índice de desarrollo humano, mayor demanda de ese servicio.

El presidente del sector refiere que las industrias no se instalan en el interior del país al ritmo que se quisiera, por falta de infraestructura vial, mano de obra calificada y dificultades en el servicio de energía. Agregó otros factores, como la tramitología y la necesidad de impulsar la simplificación de trámites, la conflictividad y la reglamentación pendiente para implementar el Convenio 169 e la OIT, con el objetivo de establecer un mecanismo de diálogo. De lo contrario, expresó, será difícil avanzar.

Por ello, Bouscayrol comentó que la expansión de la industria depende de del acceso a la energía eléctrica que sea confiable, de calidad. Mencionó como ejemplo que sectores como cemento, plástico, textil y metalurgia requieren para sus procesos altas demandas de suministro de energía. Además de que está creciendo la instalación de industria en áreas como el corredor del sur, donde se instalan nuevos parques industriales.

Añadió que el país se durmió en sus laureles, y ahora ya no tiene la capacidad de exportar electricidad como antes.

Por aparte, Sean Porter, director general de Desarrollo de Nuevos Negocios de CMI Capital, comentó que se debe trabajar en el diálogo desde el inicio de los proyectos, ya que no hay inversión sin licencia social, en especial en el interior del país y zonas rurales. El diálogo no es opcional, sino que debe iniciarse temprano en los procesos, ser participativo y escuchar a todos los actores. Incluso, es más amplio, porque se trata de respetar la identidad cultural y ofrecer beneficios concretos.

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Se añadió que, según su experiencia, es necesario el papel importante del Estado, ya que se requiere institucionalizar y fomentar alianzas intersectoriales público-privadas para llevar inversión a los territorios.

Porter, sin embargo, hace ver que Guatemala tiene un marco jurídico muy bueno para la operatividad del sector eléctrico, en comparación con otros países de la región. Añadió que su actualización generará más oportunidades de convertirse en un hub eléctrico.

Por aparte, el directivo de Ager añadió otros retos, y coincidió en que el tema de los trámites se vuelve muy complejo, ya que se dedica un año solo a estos, lo cual va en contra del crecimiento y desarrollo del país.

Otro reto es impulsar la transmisión de electricidad; de lo contrario, llegará el día en que no se podrá transportar ese suministro.

Caso Pacheco

Al ser consultado el viceministro de Energía, del Ministerio de Energía y Minas, Juan Fernando Castro, acerca del reglamento para el Convenio 169, refirió que en dicha cartera hay tres viceministerios encargados de diferentes temas, y lo referente a ese convenio es manejado en el de Desarrollo Sostenible. En dicha dependencia, luego de la captura del viceministro Luis Pacheco en abril de 2025, no se ha nombrado a otro funcionario en el cargo.

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El diputado Elmer Palencia cuestionó al funcionario, indicando que es un tema de mucha importancia que no se puede quedar sin atención y que se debe sustituir al viceministro Pacheco, porque se necesita trabajar en el convenio y en la conflictividad.

Conclusiones

Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), que impulsa el Enade, menciona varias conclusiones:

  • Una es la oportunidad en el país de que el sector eléctrico genera muchas oportunidades para poder atraer inversión extranjera y local, ya que con la PEG 5, se estima una inversión de US$5 mil millones en inversión por los 1 mil 400 megavatios que se busca contratar.
  • Ese aspecto puede generar más oportunidades de desarrollo en el interior del país, sin embargo se debe tener claro, según experiencias en el país que se comentarios en el conversatorio, de que entre los obstáculos para ejecutar la inversión hay decisión de alcaldes que no otorgan la licencia de construcción, incluyendo proyectos de la cuarta licitación PEG 4.
  • Hay otros proyectos que todavía no tienen licencia de construcción y otros han enfrentado dificultades para sus licencias en el Ministerio de Ambiente o cen el Ministerio de Cultura por temas del Instituto de Antropología e Historia de Guatemala (IDAEH)
  • También se debe implementar un proceso de digitalización en los ministerios para hacer más eficientes los procesos de registro, de permisos, de licencias.
  • Se debe dar acompañamiento al inversionista en el interior del país cuando se topa con alcaldes que no quieren dar la licencia de construcción, por poner un ejemplo, según Zapata.
  • El crecimiento de la demanda se estará multiplicando por seis en los próximos años, se añadió.
  • Se debe recordar que los proyectos requieren tiempo para instalarse y empezar a operar.
  • Según el boletín de Fundesa, se tiene potencial de impulsar 3 mil 700 megavatios de generación en proyectos eólicos, solares, e hidroeléctricos, pero va a tomar tiempo.
  • Coincide en la necesidad de reglamentar la implementación del convenio 169 de la OIT.

“Ese sigue siendo un tema crítico y más que la reglamentación del convenio es cómo se puede acompañar la inversión, porque no creo que solo al reglamentar el convenio y en un día ya no hay oposición o conflictividad”, expresó Zapata.

“Hay procesos dilatorios que hacen que después el Estado no tenga energía para poder suplir a la demanda”, la cual está creciendo no solo por los temas de urbanización de Guatemala que va a requerir más demanda energética, sino que por el aumento de vivienda en apartamentos y el clima, ya que debido al calor ahora en los hogares y oficinas se requiere aire acondicionado, explicó el ejecutivo.

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