¿Qué es el programa de visas H-1B y cómo lo está cambiando Trump?

Estados Unidos incrementó el costo de visas para trabajadores especializados.

El viernes recién pasado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prosiguió con su amplia campaña contra la migración y se enfocó en un programa de visas para trabajadores extranjeros cualificados. Firmó una orden que añade una cuota de US$100 mil a los nuevos solicitantes de visas H-1B, las cuales permiten a trabajadores foráneos, como ingenieros informáticos, tener la oportunidad de trabajar en ese país. La visa H-1B está diseñada para ayudar a las empresas a cubrir vacantes para las cuales no pueden encontrarse trabajadores estadounidenses con capacidades similares.

Pero los partidarios de la línea dura en materia de migración y los activistas de extrema derecha llevan mucho tiempo argumentando que la visa permite a las empresas sustituir a trabajadores estadounidenses por extranjeros. La cuestión ha dividido incluso a los partidarios de Trump, y la postura del propio presidente sobre el programa ha cambiado con el tiempo. Antes de la firma de la nueva proclamación en el Despacho Oval, Howard Lutnick, secretario de Comercio, expuso los motivos de la cuota que el gobierno está aplicando a lo que denominó el “visado del que más se abusa”.

“La idea es que estas grandes empresas tecnológicas u otras empresas dejen de capacitar a trabajadores extranjeros”, dijo Lutnick. “Tienen que pagar al gobierno US$100 mil, y luego tienen que pagar al empleado, así que simplemente no es económico. Si vas a capacitar a alguien, que sea uno de los recién graduados de una de las grandiosas universidades de nuestro país”. Es probable que la tarifa se enfrente a impugnaciones legales. Estaba previsto que entrase en vigor el 21 de septiembre, y solo se exigirá a los nuevos solicitantes, según un un memorándum publicado el sábado último por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos.

¿Qué es el programa de visas H-1B?

El Congreso aprobó la ley por la que se creaba el programa H-1B en 1990, ante el riesgo de escasez de mano de obra, cuando George Bush (padre) dijo que el programa “fomentaría la inmigración de personas con un talento excepcional, como científicos, ingenieros y educadores”.Los empresarios han utilizado las visas —válidas durante tres años y prorrogables— para contratar a trabajadores extranjeros con conocimientos especializados, principalmente, en ciencia y tecnología, y así cubrir vacantes para las cuales no pueden encontrarse trabajadores estadounidenses con capacidades similares.

Los empresarios presentan una petición al gobierno en nombre del trabajador extranjero que desean contratar, y describen el puesto de trabajo y las cualificaciones de la persona seleccionada para ocuparlo. El programa H-1B confiere un estatus temporal en Estados Unidos, no la residencia. Sin embargo, muchos empresarios acaban patrocinando a trabajadores con visas H-1B para que obtengan la green card, que pone a la persona en el camino hacia la ciudadanía estadounidense. El sábado seguía habiendo confusión sobre cómo funcionaría la nueva tarifa. Lutnick dijo el viernes que debería pagarla anualmente la empresa estadounidense que contratara al trabajador extranjero. Pero un día después, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, escribió en una publicación en redes sociales que los US$100 mil serían una cuota única.

¿Quiénes son los trabajadores del programa?

El Congreso concede cada año 65 mil visas H-1B a trabajadores con un título de licenciatura o equivalente, y 20 mil más a quienes tienen un título de maestría o superior. Las universidades y las organizaciones de investigación están exentas de esos topes. Muchos de los trabajadores que han recibido las visas son ingenieros informáticos y otros profesionales del sector tecnológico. Amazon, Google, Meta, Microsoft, Apple e IBM fueron algunas de las empresas que emplearon a más personas con visas H-1B el año pasado, según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración.

Pero muchos trabajan en otras profesiones, como la educación, el cuidado de la salud y la industria manufacturera. No existe un límite máximo para cada país, y una gran mayoría —entre dos tercios y algo más de tres cuartas partes— de los beneficiarios procede de India. El Ministerio de Asuntos Exteriores de ese país hizo hincapié en los lazos entre ambas naciones en una publicación en Facebook el sábado último, y expresó su preocupación en cuanto a que los cambios bruscos pudieran tener “consecuencias humanitarias” para las familias. Muchos titulares de visas H-1B traen consigo a Estados Unidos a sus cónyuges e hijos, donde pueden vivir juntos durante décadas con visados dependientes.

¿Por qué el programa de visas H-1B ha sido criticado por algunos republicanos?

Hay unas 730 mil personas con visas H-1B en Estados Unidos, según un cálculo, de principios de este año, de un grupo de defensa de la migración. Se trata de una pequeña fracción de las más de 163 millones de personas empleadas hasta septiembre. Los detractores del visado han argumentado que los empresarios estadounidenses suelen utilizar las visas H-1B para contratar a trabajadores extranjeros dispuestos a aceptar salarios más bajos que los estadounidenses en busca de los mismos puestos. Muchos de esos críticos son republicanos que apoyan a Trump y comparten su postura de línea dura en materia migratoria.

La idea es que estas empresas dejen de capacitar a trabajadores extranjeros.

Sin embargo, algunos de los principales partidarios de Trump son líderes del sector tecnológico, el cual depende en gran medida de los trabajadores H-1B porque los empresarios afirman que no pueden encontrar suficientes trabajadores estadounidenses cualificados para llevar a cabo los mismos trabajos. El anuncio de la nueva cuota ha ocasionado caos y confusión en todos los sectores, pero está a punto de golpear con especial dureza al sector tecnológico de la economía.

¿Las personas con visa H-1B sustituyen a los trabajadores estadounidenses?

Para obtener una visa H-1B, las empresas que son, en palabras del gobierno, “dependientes de H-1B” deben contratar primero a candidatos nacionales. Los empresarios deben pagar a los trabajadores H-1B al menos el “salario real” de trabajadores similares, o el “salario vigente”, que el gobierno define como “el salario promedio pagado a trabajadores empleados de forma similar en una ocupación específica”.

Ha habido episodios en los que el programa se ha utilizado para traer a inmigrantes a puestos de trabajo que habían ocupado trabajadores estadounidenses. En 2015, a unos 250 trabajadores de tecnología de Walt Disney World, cerca de Orlando, Florida, se les comunicó que iban a ser despedidos y que tendrían que capacitar a sus sustitutos, personas con visas H-1B a quienes había traído una empresa de subcontratación con sede en India. Episodios similares afectaron este año a empleados  de Toys “R” Us y de la New York Life Insurance Company.

El programa exige a las empresas que paguen a los trabajadores H-1B, como mínimo, o bien el salario promedio del puesto de trabajo y de la ciudad en la que esté ubicado, o bien el salario promedio de los trabajadores nacidos en Estados Unidos que realicen el mismo trabajo. Las empresas tienen prohibido pagar a los trabajadores H-1B menos que a otros trabajadores con aptitudes y cualificaciones similares. Aun así, alrededor del 60% de los puestos se pagaron “muy por debajo” del salario promedio local para el puesto de trabajo en 2019, según el Instituto de Política Económica, que citó la “amplia discrecionalidad” del Departamento de Trabajo para fijar los niveles salariales de los H-1B.

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